jueves, marzo 04, 2010

Manifiesto sobre violencia y abuso sexual

Bolivia

Manifiesto sobre violencia y abuso sexual

Grupo de Autoayuda – CIDEM

Somos un grupo de mujeres sobrevivientes de la violencia sexual y abuso sexual en la infancia y queremos comunicar la experiencia que tuvimos al conocernos, unirnos y al compartir nuestras vidas.
Nosotras sentimos en carne propia el dolor que estas terribles experiencias han dejado en nuestra vida; hemos sentido este dolor en el corazón, en el alma, en nuestra mente y en el cuerpo. Nos hemos sentido culpables y sucias, lo que no nos ha permitido disfrutar de la vida, ni a creer en el placer.
Al mismo tiempo, hemos sentido resentimiento, ansiedad, profunda tristeza, y rechazo hacia las demás personas. Pero lo peor de todo fue tener estos sentimientos hacia nosotras mismas, sintiéndonos incapaces de querernos y no creíamos posible que alguien más nos podía querer. Por mucho tiempo hemos tenido estos sentimientos y pensamientos, creyendo que éramos las únicas a las que nos había pasado.
Así, la violencia y el abuso sexual han afectado todas las facetas de nuestra vida, creándonos enfermedades físicas y psíquicas, y ha contribuido a que nuestras relaciones afectivas y personales sean conflictivas y dolorosas. Por lo que repudiamos y condenamos estos hechos, los consideramos dolorosos, violentos, traumáticos y egoístas.
Creemos que estas situaciones se dan debido al ejercicio de poder de los hombres depredadores sexuales, que están justificados y no castigados como se debería por este sistema patriarcal y machista.
Debido a esto, el proceso por el que pasamos ha sido largo y doloroso, porque nos costó aceptar que el abuso y violencia sexual son hechos que pasaron en nuestra vida y nos costó entender que no fuimos nosotras las culpables de lo ocurrido.
Pero gracias a cada una de nosotras y al grupo de apoyo mutuo, que nos dio la oportunidad de reunirnos, de hablar, de escucharnos, de compartir y de aceptar, sacando la fuerza necesaria para perdonarnos por habernos culpado, nos dimos cuenta de:
* que no somos culpables de lo que nos pasó;
* que se puede superar este tipo de situaciones, expulsándolas de nuestras vidas; y
* que podemos y debemos querernos y amarnos mucho.
Juntas, nos sentimos escuchadas, comprendidas, aceptadas y respetadas, lo que nos permite encontrar paz y tranquilidad, pero sobre todo libertad.
¡HEMOS VUELTO A LA VIDA!  hemos dejado de sobrevivir para comenzar vivir una vida plena, valorando nuestra lucha. Reconocimos que la violencia sexual no nos quito la esencia de ser mujeres únicas, valientes y fuertes. Por lo que desde ahora queremos disfrutar de esta nueva etapa con las personas que queremos y que nos quieren. Finalmente, sentimos el placer de estar y sentirnos vivas de nuevo.
Dentro de nuestras metas está el hecho de ayudar a otras mujeres sobrevivientes de una situación de violencia y/o abuso sexual, para que ellas puedan aprender, junto a nosotras, a romper el silencio y así puedan volver a la vida que se merecen.
Pero además consideramos que es necesario hacer algo más al respecto y no quedarnos en la pasividad. Queremos involucrarnos en la denuncia de estas inmoralidades, por lo que exigimos:
* Al Estado boliviano: rediseñar leyes que sancionen enérgicamente a los agresores y que estas sanciones se cumplan, porque el agresor que no es castigado vuelve a incurrir en el delito, lo que aumenta el número de mujeres víctimas.
* Que el Estado boliviano, a través de sus instituciones, sea el primer interesado y responsable de sancionar a los agresores, de hacer la recolección de pruebas, con el seguimiento correspondiente del proceso judicial, asegurando de esta manera, la sentencia por el delito cometido. Como ciudadanas bolivianas merecemos respeto de nuestro país, no podemos, ni queremos pagar para que se sancione un delito, es responsabilidad del Estado.
* Al sistema Judicial boliviano: no permitir la corrupción, la conciliación, el prevaricato, porque la vida de una mujer sobreviviente, su dolor y bienestar no tiene costo.
* A la comunidad educativa, a todos los maestros y padres de familia, involucrarse y preocuparse en temas de educación sexual, para prevenir estos hechos tan repudiables desde edades tempranas.
* A los profesionales que atienden estos casos, que respeten el momento doloroso de las víctimas; porque a nosotras las mujeres no nos gusta decir que fuimos agredidas, no mentimos ni jugamos con nuestro dolor.
* Y finalmente, a la sociedad boliviana en general: que no culpe, ni juzgue a las mujeres agredidas, porque no hay ningún justificativo para la violencia sexual.
¡La violación contra las mujeres es un crimen y no tiene justificativo alguno!
Deseamos justicia para aquellas mujeres que son víctimas de violencia y abuso sexual, porque es su derecho liberarse de las cadenas del miedo y el dolor.
El Alto, Septiembre, 2008
 

Publicado por ALAI
http://alainet.org/active/27672&lang=es


Agradecemos a Liliana Felipe habérnoslo reenviado.

 

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