jueves, mayo 25, 2017

Haciendo convención desde nuestros territorios.

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 La charla debate "En clave de derechos sexuales y reproductivos, acceso a la salud integral de mujeres en la diversidad" el viernes 26 de mayo tubo lugar  en el auditorio del CEMAR  ;en donde
n la Dra. Susana Chiariotti, el Dr. Daniel Teppaz y la Lic. Eugenia Sarrias compartieron sobre la propuesta de la Convención, la historia del espacio y cuales son las estrategias actuales que se vienen desarrollando. Además de motivar a la participación en el espacio y de hablar de la realidad local en el marco del Día de Acción Global por la Salud de las Mujeres,
Las organizaciones que conforman la Alianza Argentina Rosario; Insgenar; Las Safinas; Centro Cultural La Toma; El Puente Psicólogas en la Toma y  Mujeres de Negro fueron las que convocaron al encuentro porque  consideran que con el avance de los fundamentalismos en la región la propuesta se torna aún más necesaria, porque es necesaria una Convención Internacional de derechos sexuales y reproductivos para garantizarlos.

UN PANEL PARA PONER EN AGENDA LA SITUACIÓN DEL ACCESO A LA JUSTICIA DE MUJERES LESBIANAS



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https://www.facebook.com/notes/coop-paulo-freire/un-panel-para-poner-en-agenda-la-situaci%C3%B3n-del-acceso-a-la-justicia-de-mujeres-l/1356248634463900/
Organizado por la Mesa Les[1], el 28 de abril se llevó a cabo un encuentro para debatir sobre el carácter patriarcal de la justicia y su relación con la actual coyuntura política. Deudas y logros del feminismo. El caso de Higui como muestra de la falta de perspectiva de género en el aparato judicial.
Eva Analía de Jesús, o más conocida como Higui, actualmente se encuentra presa por defenderse de una patota de hombres que la golpearon e intentaron violarla por ser lesbiana. Higui venía sufriendo acoso y violencia por parte de dicho grupo por no seguir los mandatos de la heteronormatividad, por ser una mujer que vive libremente su sexualidad sin necesitar de un hombre. La justicia no consideró la puñalada que le dio a su agresor como una “defensa propia”, sino como homicidio simple.
Lo que le sucedió a Higui se llama “violación correctiva”, es decir, hombres que niegan la posibilidad de que una mujer no necesite de un hombre para desarrollarse sexualmente, y subjetivamente, como tal. Lesbofobia extrema. Violencia extrema. ¿Y la justicia? Una institución que también tiene el mandato de corregir lo diverso.
Teniendo al caso de Higui como referencia del estado actual de la justicia, el pasado 28 de abril, la Mesa LES organizó un panel sobre el Acceso a la justicia de mujeres lesbianas en la Estación Belgrano de Santa Fe. El fin del encuentro fue debatir sobre el carácter patriarcal del sistema judicial, que se evidencia en el no reconocimiento de la violencia de género, y su relación con la actual coyuntura política.
El panel estuvo conducido por Luciana Sánchez, abogada, militante feminista, e integrante del Consejo Nacional de Mujeres; y Natalia Milisenda, abogada y coordinadora Programa Diversidad de Fondo Mujeres del Sur, quienes expusieron cómo el patriarcado es transversal a las instituciones de la justicia y la política, cuya consecuencia es la reproducción de la violencia hacia las mujeres.
“Si es una mujer con una expresión de género masculino y que se identifica como lesbiana, el sistema tiende a culpabilizarla más fácil y ponerle penas más excesivas” sostuvo Milisenda, en relación al caso de Higui. La centralidad de este fallo reside en que evidencia el carácter correctivo del Poder Judicial: un ámbito atravesado por el machismo que lejos está de poder ejercer justicia sin contar con una perspectiva de género. Por eso la puñalada que Higui le da a su agresor es un asesinato simple y no una defensa legítima.
En este sentido, Milisenda añade que desde la justicia “hay un sustento a la violencia de un grupo varones que deciden abusar de una mujer, cuando esa mujer es lesbiana y se defiende”. Sobretodo, agrega Milisenda, “cuando es una mujer lesbiana masculina, pues los corrimiento de esos roles de género generan un agravamiento en la detención y en los procesos penales”.
En relación a la actual coyuntura política, Sanchéz sostuvo que actualmente el colectivo LGTB está transitando un retroceso en relación a la garantía de derechos humanos en general. En este línea, refiriéndose particularmente a cuestiones de género, afirmó que “el retroceso tiene que ver con la concepción de la orientación sexual y la identidad de género como cuestiones privadas, no públicas, y que hay una forma buena de ser gay, lesbiana o travesti, e incluso de ser feminista”. En términos más amplios, Luciana afirma que el trasfondo de dicho retroceso tiene que ver “con una concepción ideológica respecto de la sexualidad y de las identidades que se refleja en todo el ámbito de la política.”
El horizonte de lucha del movimiento feminista es complejo. No solamente asistimos a una emergencia en violencia de género, con una mujer asesinada por día, sino que también se está produciendo un vaciamiento de las áreas del Estado destinadas a la asistencia y protección de las mujeres. Sin embargo, paralelamente, el movimiento de mujeres cada día crece en organización y fuerza. Al respecto, Sanchéz expresa que “hay una conciencia que hay un estado que no existe, y que está en jaque, pero también eso se revierte con movimiento social, con la reapropiación del espacio público, con no tener miedo de estar en la calle, de salir, de exigir. Esas son las grandes ganancias, que permiten seguir sosteniéndonos no como movimiento autonomista, sino como un movimiento que entiende que es el Estado la herramienta para hacer frente a los grandes avasalladores de derechos, como son las corporaciones, tanto empresas como corporaciones profesionales, ya sea médica, militar o jurídica.”
Finalmente, Milisenda opinó que “hay que trabajar sobre los prejuicios que operan en los casos jurídicos en concreto, como es el caso de Higui y de Natalia “Pepa” Gaitán, e intentar mínimamente que a nivel judicial y a nivel interno se trabajen estas cuestiones de género”.
El encuentro estuvo atravesado por un constante intercambio entre las asistentes y las panelistas, poniendo de manifiesto la sororidad que las une en la lucha por Higui y por una justicia con perspectiva de género. Actualmente, en tiempos donde la fragmentación de las estructuras partidarias y las organizaciones sociales y sindicales impide una respuesta conjunta al embate del neoliberalismo, es menester poner el ojo en las organizaciones feministas que lograron la unidad por sobre las diferencias políticas en la lucha contra el patriarcado.


[1] conformada por el Foro Santa Fe Contra la Trata, Frente de Mujeres Evita, Movimiento Popular La Dignidad, Las Anamaria, Las Safinas, Equipo de diversidad sexual del Hospital Iturraspe y Subsecretaria de Diversidad Sexual del Gobierno Provincial.