miércoles, mayo 28, 2014

Agenda de actividades para el 28


28 de Mayo Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres- Documento de Feministas Rosario.

La decisión de proclamar el “28 de Mayo, como día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer” fue tomada en la reunión  de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales 28 de Mayo Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres
Reproductivos, realizada al terminar el V Encuentro Internacional sobre Salud de la Mujer, en Costa Rica, en Mayo de 1987.
Desde entonces, se conmemora este día con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres, al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, raciales, económicas, culturales o confesionales, respetando la diversidad y la identidad de género de las mujeres.
Algunos datos  actuales sobre la salud de las mujeres en América, destacados por la Organización Panamericana de la Salud:
• Todos los días, 17 mujeres mueren durante el embarazo, parto o puerperio por cuestiones que podrían evitarse con sistemas de salud mejor organizados y accesibles. Las adolescentes representan una gran proporción de estas muertes y la razón se triplica para las mujeres de los pueblos originarios (OPS, Indicadores básicos2013). • Más del 50% de los embarazos son no planificados (Instituto Guttmacher, 2011 •  Los gastos de bolsillo en salud para las mujeres son entre 16% y 40% más altos que para los hombres (OPS, Salud en las Américas).
• Una de cada tres mujeres ha reportado violencia física/sexual por parte de sus parejas o exparejas (CDC/OPS Estudio Multi-país, 2012).
• La depresión es una de las siete causas de la carga de enfermedad para las mujeres en América Latina y el Caribe (Gomez-Gomez,)

Consideramos que para lograr una buena vida para las mujeres en materia de salud hay que erradicar las causas que la dañan, entre ellas podemos enumerar algunas:

1) las trabas y limitaciones al disfrute de la salud sexual, la discriminación  y no reconocimiento de las disidencias a la heterosexualidad obligatoria.
En 1994, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (Conferencia del Cairo) se produce la primera definición de Salud Sexual
La salud sexual significa tener una vida sexual responsable, satisfactoria y segura: esto es, libre de enfermedad, lesiones, violencia, discapacidad, dolor innecesario o riesgo de muerte. Este concepto implica el ejercicio de una sexualidad responsable, basada en relaciones de igualdad y equidad entre los sexos, el pleno respeto de la integridad física del cuerpo humano y la voluntad de asumir responsabilidad por las consecuencias de la conducta sexual.
Pensar la salud sexual de una manera integral implica además reconocer las disidencias sexuales al sistema de la heterosexualidad obligatoria. Al respecto las mujeres lesbianas, bisexuales y trans han elaborado documentos donde exponen los malos tratos que sufren  y las consecuencias que acarrea  la falta de acceso a la salud. ( Campaña Cambiemos Las preguntas-  Decreto Municipal 40.143)
La discriminación de las personas por su identidad sexual o de género es un factor de violencia que afecta su calidad de vida provocando stress, problemas de inclusión, ocultamiento y dificulta el desarrollo de todas las capacidades,  la misma llega a poner en riesgo su vida  por crímenes de odio, falta de tratamiento de las  enfermedades o  suicidio. La discriminación hace que muchas personas oculten aspectos tan importantes de su identidad por el miedo al rechazo, a ser maltratadas o a perder los privilegios que otorga estar consideradas dentro de la norma heterosexista, lo que afecta a su calidad de vida y  su salud psíquica y sexual.

2) las limitaciones al ejercicio de la  salud  reproductiva y la ilegalidad del aborto
La salud reproductiva se define como el estado general de bienestar físico, mental y social de las personas y no la mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los asuntos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos.- (El Cairo, 1994)
La salud sexual y la reproductiva están íntimamente ligadas y son interdependientes. Permiten que todas las personas  puedan disfrutar de una vida sexual segura y satisfactoria y reproducirse con la libertad de decidir cuándo, cómo y con qué frecuencia hacerlo.
En el año 1994, se incorporaron a la Constitución Argentina  distintos tratados internacionales de derechos humanos que contienen referencias expresas o implícitas a los Derechos Reproductivos. Se señala entonces la necesidad de promover e implementar medidas de acción positiva a fin de garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos y libertades fundamentales reconocidos por los mencionados tratados internacionales.
En la actualidad, la República Argentina esta regida por la Ley 25.673 que dio creación al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Por primera vez en nuestro país la salud sexual y reproductiva se incorporó a la agenda de las políticas públicas del Estado Nacional. En lo concerniente a los objetivos de este programa, es necesario señalar que la norma establece que se debe alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable. El fin es que se puedan adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia; prevenir embarazos no deseados; promover la salud sexual de los adolescentes; garantizar a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable, y potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y procreación responsable.
Uno de los derechos reproductivos más importantes, todavía no reconocido por nuestro ordenamiento jurídico es el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, La ilegalidad del aborto provoca la muerte de 80 a 100 mujeres  en edad fértil por año. La tercera parte de la muerte de mujeres gestantes se producen a causa de abortos clandestinos, y un número imposible de determinar  vive con secuelas en su salud por prácticas realizadas sin un mínimo indispensable de asepsia. La penalización del aborto y la consideración que la mujer que lo practica es una “delincuente” acarrea asimismo consecuencias tales como el maltrato físico y emocional del cual son objeto las que concurren a los efectores públicos para ser atendidas en condiciones de post aborto
La penalización del aborto consagra la desigualdad entre las mujeres que pueden realizarlo  en el sistema privado, sin riesgos y las que concurren a las prácticas más riesgosas para su vida y su salud; es la imposición de una moral religiosa al conjunto de la sociedad, desconociendo la libertad de conciencia de sus integrantes, impropia de un Estado laico y    la demostración más visible del sistema patriarcal porque  implica el desconocimiento de la libertad y la autonomía de las mujeres en las decisiones que refieren a su cuerpo y su capacidad reproductiva.  La penalización del aborto en nuestro país, no ha logrado salvar ninguna vida, ya que la ley penal interviene cuando  el aborto ya ha sido realizado, no es preventiva,  no evita que se produzcan ni que mueran las mujeres por recurrir a una intervención clandestina. La penalización tampoco incide sobre la decisión de abortar. Si una mujer, por la razón que sea, decide interrumpir su embarazo, lo hace, sin que la penalización sea una traba para ello. Las consecuencias para su vida y su salud serán distintas según el circuito que recorran para llevar adelante su decisión. Por todo esto la legalización del aborto se basa en la justicia social, los derechos humanos y es una deuda de esta democracia que pretendemos sea saldada.

3) La violencia contra las mujeres,  en sus distintos tipos y ámbitos. El feminicidio.
Desde que en 1996 la OMS reconociera a la violencia hacia la mujer como un tema prioritario de salud pública, se ha instado a los países a que redoblen esfuerzos para la detección, prevención y asistencia de situaciones de violencias hacia las mujeres.
Numerosos trabajos e investigaciones  internacionales y nacionales muestran claramente que las mujeres que sufren violencia hacen un mayor uso del sistema de salud;  la Revista Clínica de Medicina de Familia Vol. 3 Nº 1 de febrero de 2010 (www.scielo.isciii.es) de España publica una investigación en la que se concluye que el 20% aproximadamente de las mujeres que consultan en  los servicios de salud padecen violencia. Si bien algunas enfermedades y  síntomas pueden estar mejor reconocidos como causal de violencia, tales como las infecciones de transmisión sexual o situaciones como el embarazo de niñas, producto de abusos sexuales intrafamiliares, otros no son identificados como procedentes del mismo origen (tabaquismo, depresión, trastornos alimentarios, dolores de cabeza, interrupción de los tratamientos  o asistencia irregular, pérdidas de embarazos, entre otros). La no consideración de la violencia hacia las mujeres como un  problema de salud, influye en la baja detección por parte de los trabajadores de la salud. Esto no permite visibilizar la gravedad y el deterioro progresivo que sufren aquellas mujeres sometidas a maltratos  crónicos, impidiendo el acceso a otros recursos (programas de prevención y asistencia en violencia) que de otra manera no serán conocidos por muchas de ellas. En este sentido, los profesionales de los servicios de salud, tienen una oportunidad privilegiada para la detección oportuna y la derivación a otros servicios. (Violencia hacia las mujeres, sexualidad y reproducción. Políticas públicas y modelos de intervención”. Centro de Encuentros Cultura y Mujer  (CECYM).2010. En www.cecym.org.ar)
La violencia obstétrica es una de las modalidades de violencia reconocida en la ley 26.485 de Protección integral de las mujeres. Es aquella violencia que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres Se expresa a través de distintas formas:  en un trato deshumanizado durante el embarazo, parto o aborto ( retos, insultos, comentarios irrespetuosos, legrados sin anestesia, amenaza de denuncia, vulneración del derecho a la intimidad, insensibilidad frente al dolor), abuso de medicalizaciónque acompañada de una patologización de los procesos naturales, transformando cuestiones no médicas en problemas médicos.. Los embarazos y partos son procesos naturales que, si bien requieren el acompañamiento de equipos de salud para evitar riesgos, no pueden convertirse en una enfermedad. Si el embarazo se considera un problema las embarazadas se transforman en "pacientes" y consecuentemente en "consumidoras" de exámenes, tratamientos, terapias y medicaciones no siempre necesarias.
Los feminicidios son crímenes de odio contra las mujeres, expresan situaciones de extrema  violencia de género y son el producto de un continuo de terror contra las mujeres y las niñas. Esta definición de Marcela Lagarde incluye diversas formas de humillación, de desprecio, de maltrato físico y emocional, de hostigamiento, de abuso sexual, de incesto, de abandono, y de la aceptación de que las mujeres mueran como resultado de actitudes misóginas. La violencia contra las mujeres es uno de los más graves problemas sociales y una violación a los derechos humanos. El servicio de Justicia tiene la obligación de garantizar,  de acuerdo a los compromisos internacionales asumidos por el Estado Argentino en tratados y pactos internacionales, que toda mujer tiene derecho a vivir una vida libre de violencia.
El actual Código Penal define al feminicidio como una figura agravada del delito de homicidio simple y prevé una pena de prisión perpetua para quien matare a su “ascendiente, descendiente, cónyuge o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no violencia”. Sin embargo, los casos siguen creciendo en cantidad y también en las formas de crueldad que adquieren. En Argentina, cada 36 horas muere una mujer por violencia de género. Durante 2013 hubo 183 feminicidios en el país, de los cuales 139 fueron calificados como feminicidios íntimos, es decir cometidos por la pareja, ex pareja, pariente o conocido. En la mayoría de los casos las mujeres fueron golpeadas, ahorcadas o estranguladas.

4) el VIH y sus implicancias en la salud de las mujeres.Las desigualdades estructurales entre los géneros debilitan las respuestas eficaces al VIH. Se reconoce que la violencia contra las mujeres y las niñas agrava el riesgo del VIH pero, al mismo tiempo, también se ha comprobado que un diagnóstico de infección por el VIH aumenta la vulnerabilidad de la mujer a la violencia. La dinámica de poder entre los géneros, vinculada a la edad, hace que las adolescentes sean especialmente vulnerables al VIH/sida.
Los conceptos imperantes de la masculinidad alientan a los hombres a correr riesgos sexuales y los disuaden de utilizar los servicios de salud y los  relacionados con el VIH. Las mujeres también soportan una carga de trabajo desproporcionada con los cuidados que proporcionan, lo cual disminuye sus oportunidades educativas y económicas. (1)
Jóvenes  de 15 a 19 años, varones y mujeres, son un grupo de especial atención para la prevención del VIH/sida, por eso lo que se necesita  es Educación Sexual Integral en todas las escuelas, distribución y enseñanza de la colocación de preservativos femeninos y masculinos, disminución y tratar/abordar la violencia en los noviazgos.
En Argentina, según un estudio realizado por FEIM, 9 de cada 10 mujeres que viven con VIH fueron víctimas de algún tipo de violencia, la gran mayoría la padeció antes de la infección.  El estigma y la discriminación son otras formas de violencia a las que están mas expuestas las mujeres con VIH.

Nuestras exigencias en este día tienen que ver con las cuestiones analizadas, sin pretender con ello agotar el análisis de las causas que dañan a las mujeres en materia de salud:
1)Formación de los agentes de salud desde una perspectiva de derechos humanxs, géneros y diversidad étnica, cultural, social y sexual.
2)Elaboración de un protocolo de atención medica que contemple un trato humanizado y respetuoso a todas las posibilidades de orientación sexual, identidad de género y expresión de género. Instalar nuevos códigos de comunicación y difusión que tengan en cuenta la existencias de mujeres lesbianas, bisexuales, trans y heterosexuales. Incluir en el kit de prevención la barrera de látex
3) Debate y sanción del proyecto de ley IVE elaborado por  la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito.  Vigencia efectiva de  educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
4) Implementación  efectiva de la ley 26 485 de prevención, atención y sanción de la violencia contra las mujeres, en cuanto establece medidas encaminadas a sensibilizar y formar al personal médico sanitario con perspectiva de género y a incorporar la problemática de la violencia contra las mujeres en los programas de salud integral.
5) Elaboración de políticas que aborden los factores estructurales que favorecen el desarrollo del  VIH así como el derecho de mujeres y niñas a la salud.

  En este Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, convocamos  a todxs   a trabajar por el acceso a la salud integral de las mujeres con libertad, con autonomía, a que se respeten las decisiones sobre nuestros propios cuerpos  y exigimos a los poderes públicos de todos los niveles la implementación de  políticas y servicios públicos sanitarios que reconozcan nuestros derechos y respondan adecuadamente a los problemas de desigualdad de género.